Las principales características de la computación en la nube son las siguientes:
- Pago bajo demanda por el servicio, lo que hace posible que el usuario pueda ampliar o reducir los recursos que necesita de manera rápida y automática y sin necesidad de negociar con el proveedor de servicios. Esto conlleva a una reducción de costos, ya que únicamente se paga por los servicios utilizados.
- Accesibilidad a los recursos a través de la red, tanto desde mecanismos estándares como desde plataformas heterogéneas tales como dispositivos móviles, ordenadores portátiles, tablets, etc.
- Escalabilidad y elasticidad, los recursos pueden ser rápidamente liberados o adquiridos según la demanda, de esta forma se escala hacia adentro o hacia afuera de manera automática. Se puede decir que podemos disponer de recursos ilimitados.
- Medición del servicio. Con estos sistemas es posible controlar y optimizar automáticamente el uso de los recursos, como por ejemplo el ancho de banda, la cantidad de almacenamiento, etc.
- Resource pooling, es decir, que los recursos de los proveedores están compartidos de manera que varios consumidores puedan acceder a ellos. Este acceso se hará dependiendo de las asignaciones de cada consumidor según su demanda. El consumidor no conoce la localización física de los recursos que está utilizando, pero puede especificar una zona como por ejemplo un país, una ciudad o un centro de datos.